
EXTRACCIÓN SIN INCISIÓN DE CUERPO EXTRAÑO DE CONDUCTO AUDITIVO EXTERNO SOD
La extracción sin incisión de cuerpo extraño del conducto auditivo externo es un procedimiento en el que se retira un objeto que ha quedado atrapado en el canal auditivo sin necesidad de realizar una incisión o intervención quirúrgica. Es un procedimiento común en personas que tienen cuerpos extraños como pequeños objetos, insectos o fragmentos de cera endurecida alojados en el oído.
Este procedimiento es preferido por su naturaleza mínimamente invasiva, ya que utiliza herramientas especiales diseñadas para extraer el cuerpo extraño sin causar daño al conducto auditivo o al tímpano.
Consulta previa: El médico realizará una evaluación mediante un otoscopio (un instrumento con luz para examinar el oído) para determinar la ubicación, tamaño y tipo de objeto en el oído, además de verificar si el tímpano está dañado.
Uso de medicamentos: El paciente debe informar al médico sobre cualquier medicamento que esté tomando, especialmente anticoagulantes o antiinflamatorios, ya que podrían influir en el tratamiento o aumentar el riesgo de sangrado.
Evitar introducir líquidos: No se debe intentar extraer el cuerpo extraño en casa ni introducir líquidos en el oído, ya que esto puede empujar el objeto más adentro o causar irritación.
Anestesia local: Si el paciente es muy sensible o si el cuerpo extraño está profundamente alojado, se puede aplicar anestesia local en el canal auditivo para reducir la molestia.
Durante el procedimiento: El médico utilizará herramientas especializadas, como pinzas, sondas o un pequeño gancho, para agarrar y retirar el cuerpo extraño del canal auditivo sin necesidad de hacer cortes. Si el objeto es un insecto, es posible que el médico lo inmovilice primero con unas gotas de aceite o alcohol antes de proceder a la extracción.
Duración del procedimiento: Este procedimiento generalmente es rápido y puede completarse en unos pocos minutos, dependiendo de la complejidad y la naturaleza del cuerpo extraño.
Recuperación: Después de la extracción, el médico evaluará el canal auditivo para asegurarse de que no haya daño o infección. Si hubo irritación o una pequeña lesión, se pueden prescribir gotas antibióticas o antiinflamatorias para prevenir infecciones.
Cuidados posteriores: Es importante evitar introducir objetos en el oído (como hisopos) y protegerlo de infecciones. Si el paciente experimenta dolor, pérdida auditiva o secreción en los días posteriores, debe consultar nuevamente al médico.
Este procedimiento generalmente no tiene complicaciones, pero es crucial que lo realice un profesional de la salud para evitar lesiones al oído interno o al tímpano.